lunes, 14 de junio de 2010

La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec

Acabo de terminar de leer La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec, y lo he terminado con alivio. Mala señal. Aunque es una novela interesante, y las historias que cuenta me han gustado mucho, me han resultado cargantes las descripciones minuciosas a las que se entrega el autor (disculpables a pesar de todo, puesto que sirven para recrear el ambiente, y lo hacen muy bien) y, sobre todo, las interminables enumeraciones, como las dos o tres páginas que dedica a detallar los vinos que uno de los personajes guarda en su bodega. ¿Nos está tomando el pelo el autor, o es obsesivo-compulsivo? A partir de la página 100, opté por saltarme todas esas listas.
La traducción no está mal, pero tiene algunos fallos; alguno gracioso, como el del marabú. En una de las historias, nos enteramos de que a un personaje lo llevan a un marabú en el desierto. Pero según el diccionario de la RAE, un marabú sólo puede ser un ave zancuda (o un adorno hecho con su pluma). Resulta que marabú en francés se dice marabout, que también significa, entre otras cosas, marabuto o morabito, o sea, un ermitaño musulmán o el lugar en el que éste habita. Eso tendría más sentido. ¡Esas traducciones apresuradas!

1 comentario:

  1. No había escuchado hablar de este libro, pero si me topo con él creo que no lo compraré :-s

    Mucha suerte en el concurso!

    ResponderEliminar